Four Seasons Hotel Madrid presenta la Royal Suite: una combinación de arte, historia y lujo inigualable

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Four Seasons Hotel Madrid presenta la Suite Real, una joya escondida que por fin se puede mostrar y disfrutar. Es la habitación más exclusiva y especial del hotel y desde que abrió sus puertas en septiembre de 2020, no ha dejado de sorprender y acercar a los madrileños parte de una historia que se sigue escribiendo.

Esta impresionante habitación, ubicada en la conocida como planta noble, permanece casi intacta desde el origen del inmueble, allá por 1891 y la restauración se ha efectuado in situ. En el siglo XIX se tardaron cuatro años en construir el edificio de La Equitativa en el que está alojada, y en el XXI se ha empleado una década en completar el conjunto entero, que ha supuesto la integración de siete edificios históricos.

“Esta es una obra única. Es difícil que se repita algo similar, por su dificultad arquitectónica, técnica, administrativa y despliegue de recursos. Four Seasons Madrid es el buque insignia del nuevo Madrid, y la Suite Real es su mascarón de proa. Representa un ejemplo de respeto a la historia y de implicación con el presente y el futuro”, reflexiona Carlos Lamela, presidente ejecutivo de Estudio Lamela.

La Suite Real no es solo un espacio físico, también forma parte de la memoria social y económica de Madrid y de España. Sus 431 metros cuadrados albergaron el “Salón principal” del Casino de Madrid, también conocido como “la Gran Sala de Conversación”, así como la sala de juntas y el despacho del presidente del extinto Banco Español de Crédito, que acabó siendo absorbido por el Banco Santander en 1994.

Con un estilo Luis XV, destacan las embocaduras de los balcones con vistas a la calle Alcalá y Sevilla, las molduras del techo y su imponente chimenea que se mantienen intacta y que preside esta espectacular suite.

Testigo de grandes momentos, este antiguo despacho ha sido rediseñado para convertirse en un apartamento palaciego donde el lujo, la historia, el confort y el arte en todas sus versiones, conviven de una manera única.

Todas las históricas ventanas, el pavimento de madera de marquetería fina con uso de madera de pino melis y Oregón, paneles de pared y molduras de techo ornamentadas han sido restaurados creando un contraste perfecto entre lo antiguo y lo nuevo: las imponentes mesas auxiliares se asientan sobre suelos históricos y los muebles modernistas se mezclan con piezas clásicas. Una suite que ha sido concebida con una sensibilidad de diseño excepcional que permite combinar la calidad de los fabricantes y artesanos españoles con piezas elaboradas de manera personalizada que se ajustan a las exigencias de un espacio histórico como este.

Un total de 431 metros cuadrados que abarcan un amplio salón comedor, un estudio, un gimnasio equipado con la última tecnología, una cocina y un vestidor con espejos que conecta el dormitorio principal y el baño. El plano axial permite la versatilidad en función de lo que se necesite, con habitaciones cerradas y accesibilidad para aquellas zonas comunes que se pueden reservar para exclusivos eventos privados.

Para Adrian Messerli, Vicepresidente Regional y Director General de Four Seasons Hotel Madrid,

“es un orgullo poder contar en nuestro inventario con una Suite con tanto valor histórico tanto para Madrid como para España, sin embargo la verdadera diferencia que siente un cliente cuando visita un hotel Four Seasons es el servicio que recibe por parte de todo equipo, desde la llegada hasta la salida, y en Four Seasons Madrid contamos un con increíble equipo de profesionales que realmente superan las expectativas de nuestros clientes”

Un recorrido por la Suite Real

El interiorismo de la Suite ha sido concebido por BAMO desde San Francisco y desarrollado en Madrid por BG Arquitectura.

La filosofía del diseño se ha sustentado en recuperar la grandeza del pasado y fundirla con el presente, donde los elementos históricos tienen un protagonismo especial. La altura de los techos alcanza los 4,80 metros en el salón y unos 4,25 metros en el dormitorio y el baño principal. Dominan la estancia los grandes ventanales (de tres metros de altura) con sus embocaduras y contraventanas; las puertas de madera (repletas de relieves), el brillo pulido de sus herrajes antiguos y el destello de sus molduras de techo, acabadas en pan de oro envejecido.

La entrada con su histórico suelo de piedra crea una biblioteca de coleccionista que actúa como un museo en miniatura dando la bienvenida a uno de los espacios más especiales del hotel.

Los tonos neutros cálidos representados por tapicerías de tafetanes crudos, telas plateadas y doradas, y damascos de lino rugoso, se imponen en la entrada y en el salón principal de la Suite Real, que van evolucionando sutilmente hacia tonos más oscuros.

En el salón principal destaca, un sofá componible de vanguardia, que se complementa con dos alfombras caligrafiadas en blanco, mientras que las piezas tapizadas con curvas aportan dinamismo al espacio. Encontramos una mesa de comedor de cuarcita y una mesa circular central de mármol Portoro sobre un pedestal cubista de metal. Ese “juego” entre lo antiguo y lo nuevo se completa con modernas telas de brocado que siguen patrones de finales del siglo XVI.

Una de las piezas clave del salón principal es su chimenea, que fue cuidadosamente restaurada in situ, con su imponente embocadura de piedra de mármol blanco veteado con un gran espejo con molduras de escayola. Además, en ella, se pueden ver las siglas de la placa de latón del Banco Español de Crédito, como testigo de la historia de España.

Al levantar la vista, no pasan desapercibidas las molduras del techo revestidas con pan de oro envejecido, que representan ángeles, dragones, águilas y elementos vegetales. Han sido cuidadosamente restauradas in situ y se han reinterpretado en otras zonas de la suite en una versión más actualizada.

El dormitorio con un estilo clásico con paneles y paredes tapizadas en tonalidades verdes se complementa con un cabecero contemporáneo en color canela.

El baño de esta suite es un destino en sí: un gran espacio al que da sentido una enorme bañera redonda de mármol Michelangelo pulido presidida por un inmenso mural de Onix Vida.

“Con este trasfondo único, hemos procurado dejar brillar la riqueza de antaño y arroparla con el contraste que produce un blanco atemporal, un enfoque muy suave en alfombras, cortinas y tapicerías, junto a una selección de mobiliario que combina piezas estilo Luis XVI con muebles contemporáneos”, resume Adela González, directora de proyectos de BG Arquitectura y colaboradora de Bamo. Y añade: “Apreciar el valor histórico de lo existente, mantenerlo y actualizarlo con respeto e incorporar el equipamiento de climatización, iluminación y audiovisual con las exigencias de calidad que exige Four Seasons, ha sido una dificultad añadida en un espacio tan extraordinario”

El arte como hilo conductor

El arte es uno de los pilares fundamentales del hotel, con alrededor de 1.500 obras por todo el hotel, la Suite Real mantiene la apuesta por el arte como el aliado perfecto para vivir una experiencia única al cruzar las puertas del hotel. “En la selección de las obras de arte y muebles de época para la Suite Real fue fundamental no perder de vista el pasado histórico del espacio y su esencia decimonónica lo que confiere a la Suite Real su carácter exclusivo y único” apunta Paloma Fernández-Iriondo, experta en arte y Project Manager de la Colección de Arte.

Paloma Fernández- Iriondo incorporo el arte del siglo XXI a un espacio del siglo XIX, pasado y presente en una perfecta relación de obras de arte, muebles y objetos.  En el gran salón con ventanales a la Calle Alcalá y Calle Sevilla, las obras de Pilar Cavestany, Cajas de luz (2020), aportan un toque vibrante a este espacio con aires del siglo XIX: dos grandes estructuras de metacrilato que contienen diversos materiales e interactúan con el medio en el que se sitúan. Producen efectos ópticos y policromías con su espacio interior pudiendo enmarcarse dentro del Arte Óptico.

Además, la Suite también cuenta con obras de la artista madrileña Cristina Almodóvar o el joven artista José Cháfer, ambos con más obra expuesta en diferentes espacios del hotel.

Algunos de los muebles y objetos que decoran la Suite Real fueron adquiridos en anticuarios y salas de subastas. Con su presencia se subraya el carácter histórico del espacio convirtiendo la Suite Real en un espacio sofisticado y exclusivo: una lámpara de la histórica Real Fábrica de Cristales de la Granja adquirida en subasta  preside el dormitorio, mientras que en la Biblioteca encontramos una “drum table”  inglesa de caoba con tapa de cuervo verde, de la época de Jorge III (principios del siglo XIX), así como una cómoda de Carlos IV o dos magníficas lámparas de cristal en el baño y entrada al dormitorio procedentes de un Palacio del sur de España.

Key Facts Suite Royal Four Seasons Madrid

Fuente del articulo : http://urlr.me/Yf5NH

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